¿Qué bueno que no puedo?
- Paz Salsamendi
- 26 jun 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 jun 2024

Las dificultades se sumaban, se iban plantando sin pedir permiso y oscurecían los días. No podía estar alegre como quería, ni responder con ternura, ni tener paciencia, ni siquiera ser amable conmigo misma. Sentía la pesadez de la preocupación y me iba quedando sin fuerzas para intentar nada. No podía rezar como deseaba. Sólo seguía... quién sabe hacia dónde, no me lo preguntaba.
Un día, agotada, las lágrimas salieron con fuerza y pareció como si al salir fueran dejando algún espacio libre, que me permitió escuchar un delicadísimo "Acá estoy". Reconocí la voz, porque la había escuchado otras veces antes. Siguió hablando con ternura y sin palabras: "Está bien que no puedas ni entiendas, que te falte fuerza... Sos pequeña. Confiá, descansá en mí, que soy tu Padre. Todo está en mis manos, te amo infinitamente, como a cada persona. No están solos: estoy y estaré siempre con ustedes, mi amor es más fuerte que cualquier dificultad. Caminá despacio, no hay prisa..."
Como si de pronto se hubiera hecho de día, sonreí débilmente, por debajo de las lágrimas, como cuando un chiquito es abrazado fuerte por su papá y en ese abrazo, llora todavía un poco más, pero sintiéndose ahora seguro y aliviado.
Las circunstancias no cambiaron, las dificultades no desaparecieron, pero esta conversación, donde se juntaron mi franco "No puedo" con Su real, poderoso y paternal "Acá estoy, siempre", me transformó: me dio la libertad interior necesaria para empezar a vivir con más serenidad y alegría - sí, alegría. Su presencia se hacía más fuerte que el dolor. Veía más claro que somos más libres no cuando disminuyen las dificultades, sino cuanto más cerca de Dios permanecemos.
🧡 Esta historia podría ser de cualquiera de nosotros. Ojalá los inevitables sufrimientos y "No puedo" de nuestras vidas sean ocasión para encontrarnos con Dios, dar un paso más de confianza, dejarnos abrazar por su amor. Y reconocer nuestra pequeñez, como decía Santa Teresita, para dejarnos conducir hacia Él y gozar de la plenitud que nos ofrece, a todos.
📷 Pexels, Felipe Cespedes






Muy bueno Paz!! Gracias
"Aceptar"... y "dejarse..."...
Difícil, pero no imposible..
Gracias Paz!
Aceptar que no podemos,cuando no podemos,nos ayuda a dar un paso, a salir, a buscar, a dejarnos.Muy buena la reflexión
Muy buena reflexion, Gracias
Tan cerca de cada uno.. gracias Pacita